Sentir en algún momento la necesidad de volar, de tener alas para escaparte lejos o simplemente experimentar la sensación de estar por encima de las nubes. Sentir que todo lo que tienes alrededor no es nada, pensar que eres un pájaro y que puedes volar muy alto, el que todo bajo tus pies es invisible para ti y sólo existes tú.
Pensar que sólo tú eres importante y que no existe ningún problema a tu alrededor. Hablar de sentimientos cuando todo lo que te rodea es material. Alguna vez nos hemos querido sentir libres con la necesidad de volar… y cuanto más alto, mejor.
Ahora es más fácil que pensar en todo eso.
El Wingsuits es un traje que con el paso del tiempo se ha ido modificando desde 1930 hasta el día de hoy. Un traje muy especial que nos permite no sólo volar sino aumentar considerablemente nuestra ascensión variando únicamente nuestro eje.
Para ello, lamentablemente han tenido que morir desde aquel entonces muchos pioneros que poco a poco han ido limando en cada uno de los aspectos la seguridad del traje para que muchos podamos realizar el sueño de volar.
De locura a deporte
El primer traje fiable se fabricó en 1997 y lo presentó el paracaidista Patrick de Gayardon. Un año después y cuando todo parecía haber ido estupendamente, probando un nuevo modelo que al parecer tenía un defecto en el diseño, falleció.
Tras muchos intentos, otro hombre llamado Begic crearía la primera empresa que fabricaría trajes de Wingsuits bajo el nombre de Birdman Inc, consiguiendo así una modalidad de deporte extremo.
Salida, vuelo y aterrizaje
La caída puede realizarse desde un avión, un acantilado o una montaña, pero necesariamente se tendrá que disponerse de un paracaídas al final el descenso.
Esta caída está formada básicamente por 3 aspectos:
– La salida.
– El vuelo.
– El aterrizaje.
En este deporte, y con la necesidad de este traje, podremos variar fácilmente la velocidad de bajada, la orientación e incluso la línea de trazada. Con ello, conseguir ser Supermán por un día o volar como si de un ave se tratase es posible. Sólo falta disponer de un traje de estos, tener algo de dinerito para que te instruyan desde alguna de las varias compañías que se dedican a la enseñanza de este tipo de vuelo y a ¡volaaar muy alto!
Espero que os haya gustado este post y quién sabe si algún día, nos veremos por las alturas.