Un día me detuve frente al mar y me paré a pensar sobre la cantidad de especies marinas que existían y el hábitat que ocupaban. Me pregunté qué sería lo que se escondía en sus aguas y por qué no experimentar la sensación de nadar como ellos. De sentirme por unos instantes en el fondo del mar, nadar y nadar y observar las preciosidades que se esconden en esos fondos.
Días después me propuse sumergirme en las aguas de Calella conocida como la capital turística de la Costa del Maresme (provincia de Barcelona).
Llamé a unos amigos y nos dispusimos a pasar un día totalmente diferente. Cada uno tenía sus miedos pero todos íbamos con la misma ilusión de principiante que, sin saber ni cómo ni dónde, en lo único que pensábamos era en cómo meternos en los apretados y super ajustados trajes de neopreno para poder realizar este deporte.
Momentos inolvidables
Cargados con las botellas y siguiendo cada una de las instrucciones que nos decían, nos dirigíamos hacia la orilla. Una panorámica espectacular. El sol no podía brillar más. Las ganas de cada uno de nosotros se respiraban en el ambiente y cada vez estábamos más cerca de realizar la inmersión.
Siempre recordaré ese momento. Después de muchos intentos de meternos en esos trajes, uno de mis amigos, sintió algo de miedo y decidió no entrar al agua. El deporte tiene que ser algo voluntario y bonito de practicar. Si en ese momento decidió no hacerlo todavía estaba a tiempo.
Cúmulo de emociones
Después de esto, entramos en el agua. Nos pusimos las máscaras de oxígeno y empezamos a sumergirnos hasta el fondo. Pocas veces he experimentado esa sensación, esa emoción. Sensación que te llena. Nunca me imaginé que me fascinara tanto un día cualquiera en el que me puse frente al mar y decidí sumergirme en el mundo del buceo.
Estás como si estuvieras encerrado en otro mundo. Apartado del resto. Te sientes diferente, te sientes como uno más. Sientes curiosidad por todo y piensas en porqué antes no se te había pasado por la cabeza. Muchas sensaciones, en mi opinión, que experimenté la primera vez que me decidí a probarlo.
Sin duda, algo que recomiendo a todo el mundo. Algo difícil de olvidar. Sensación imposible de describir. Miles de sensaciones que te recorren el cuerpo y con ganas de que fuera la próxima para volver de nuevo. Y de repente… fue salir y volver de nuevo a la vida real.