Windsurfing, deporte acuático

Un día, a alguien se le ocurrió que sería divertido jugar con dos elementos a la vez: el viento y las olas. En otro momento seremos más concretos, pero es que, como inicio para un artículo sobre un deporte de aventura, éste nos gustaba más.

El windsurfing es un deporte de superficie acuática que combina el surf y la navegación. Se practica sobre una tabla de entre dos y tres metros en entre 60 y 250 litros de volumen, a la que se aplica una vela para aprovechar a fuerza del viento.

Windsurfing

Estos elementos se conectan a través de una juntura que rota 360º y que va unida al mástil, del que, a su vez sale una barra-asidero por ambos lados de la vela. Vela que, por cierto, presenta una superficie de entre 2,5 y 12 metros cuadrados.

Un poco de Historia

Ahora sí: camuflada en el medio del texto, algo de Historia. La creencia más extendida sitúa su origen 1965, cuando S. Newman Darby inventaba la “tabla de navegación” para usarla en el río Susquehanna, en Pennsylvania, Estados Unidos. Aunque no se le ocurrió que debía patentarla.

Era 1964 cuando Darby empezaba a vender sus tablas y 1965 cuando en la revista Popular Science escribía un artículo promocional sobre ellas. Como el invento de Darby incorporaba un anillo pivotante, en lugar de giratorio, éste sufría todas limitaciones asociadas que el sentido común nos indica que sufría si lo comparamos con las tablas actuales.

Una maniobra olvidada

Se manejaba el artilugio con la espalda hacia la parte de sotavento de la vela en forma de cometa. El artículo de Popular Sciece decía: “…you can learn to master a type of manoeuvering that’s been dead since the age of the picturesque square riggers”. Traducido: “… usted puede aprender a dominar un tipo de maniobra que lleva muerto desde la era de los pintorescos aparejos cuadrados”.

Puede decirse que el windsurfing amalgama la cultura relajada del surf y la más formal de la vela, aunque también podríamos hablar de este deporte como una versión minimalista de a vela. Pero, en realidad, cabalgar las olas sobre una tabla ayudado por el viento ofrece una serie de sensaciones que están fuera del alcance de cualquier regatista:

Los “winsurfers” pueden saltar dar volteretas, realizar maniobras giratorias y una amplia gama de movimientos “freestyle” que, desde luego no puede siquiera soñarse que se hacen con un barco. Es más, los practicantes de este deporte fueron los primeros en cabalgar sobre las olas más grandes de mundo, ya que la idea de éste surgía antes que la del surf.