Con lo bien que se está en el sofá, viendo como veintidós multimillonarios persiguen un balón ante los gritos histéricos ochenta mil personas que son un poco más pobres por verlos… No vale la pena: no practiques deportes de aventura.
¿El estrés? Eso es cosa de otros: si te pones a gritarle al primero que te da los buenos días en un tono que no acaba de gustarte es porque eres un a persona apasionada y expresiva. Que te saluden con un gruñido hasta que el reloj diga que es mediodía… Pero tú no practiques deportes de aventura.
Con no perderte en el camino entre el trabajo y tu casa, ya conoces suficientes caminos. Lo de los paisajes está muy bien, pero con la calefacción o el aire acondicionado y por la tele. Eso sí, siempre y cuando no estén dando fútbol, en cuyo caso el único verde que vale es el del césped, sobre todo si lo tiene la estrella del equipo rival (tú dices “enemigo”) entre los dientes. Casi mejor no practicas deportes de aventura.
No vale la pena
¿Y esa tontería de expandir tus horizontes? Como si no tuvieras bastante con expandirte por el sofá de modo que cada día estés más cómodo mientras te preparan la cena. No: no practiques deportes de aventura.
¿Alcanzar metas? ¿Qué metas vas a alcanzar? Como si no fuera suficiente con alcanzar la lata de cerveza que está sobre la mesita baja del salón. Eso sí es una meta y, además, arriesgada: como, por el camino, se te vuelque el bol de panchitos, date por abroncado. Eso, o te levantas, agarras la escoba y el recogedor y reparas el estropicio. Pero el esfuerzo no vale la pena. Déjalo: no practiques deportes de aventura.
¿Para qué vamos a esforzarnos?
Además, ¿para qué quieres conocer más gente? Si con tus compañeros de trabajo, tus amigos del bar y la plantilla de tu equipo, utilero, encargado de iluminación y recogepelotas incluidos, conoces más nombres de los que creías que ibas a poder memorizar. Que no, que lo dejes: no practiques deportes de aventura.
En cuanto a que el deporte es salud, ¿te has dado cuenta de las agujetas que tienes al día siguiente? Si te paras a pensarlo, son dolorosas que la resaca ¿El deporte es salud? ¡Pues que viva la bronquitis crónica esa que tienes, provocada por el tabaco, del que consumes dos cajetillas diarias! ¡Que ahogo! No vayas a practicar deportes de aventura.
Recuerda, ante todo, no practiques deportes de aventura.