Tras haber echado un vistazo al siempre sacrificado pero satisfactorio ciclismo de montaña, nos centraremos en este artículo en las diferentes modalidades de competición de este deporte. Al no estar circunscrito a una pista o a una carretera, las posibilidades son mucho más amplias.
Comencemos por la competición llamada “Avalancha”: se tata de un descenso de larga distancia. El ejemplo en España es una prueba que lleva celebrándose desde hace siete años: la “Big Ride Manzaneda”: un circuito de entre 15 y 18 kilómetros de longitud con un desnivel de hasta 1.000 metros. La competencia atraviesa pistas forestales, riachuelos y caminos de cantos rodados, lo que la convierte en un verdad circuito de resistencia.
Otra modalidad: la “Maratón de Montaña”: una travesía de 65 a 100 kilómetros, aunque algunas pruebas, como la de Salzmmergut llegan a los 200. Normalmente, se usa el mismo tipo de bicicleta que la de cross country, aunque algo más robusta. Esta modalidad se ha convertido en una prueba muy popular, pues las carreras suelen convertirse en retos personales para quienes se proponen simplemente terminarlas.
Gran variedad de modalidades
Más pruebas: la de “Trail”, una modalidad no competitiva que intenta que los ciclistas realicen descensos tan seguros como sea posible gracias a unas suspensiones especialmente largas. Mantiene la máquina en pesos muy bajos y diseños que permiten pedalear con facilidad, sobre todo en cuestas.
La prueba de “Enduro-All Mountain” se realiza con bicicletas pensadas para descensos mucho más agresivos, aunque de buena respuesta en llano y subida. Ejemplos de campeonatos de esta modalidad son el Trans Provence o el Enduro of Nations, por poner sólo dos casos.
¿La gravedad? Me suena de algo…
Una modalidad competitiva y recreativa es la de “Saltos”, con bicicletas pequeñas, ligeras y muy resistentes, construidas para que el “rider” demuestre su agilidad y osadía en los parques de salto.
De menor énfasis en el peso y mayor recorrido en la suspensión, aunque no tan robustas como las bicicletas de descenso, nos encontramos con las monturas de “Freeride”, que permiten el pedaleo en subida, aunque no están pensadas para distancias demasiado largas.
Varias formas de bajar la montaña
Ya que hemos mencionado las bicis de “Descenso” o “Downhill”, hablemos de esta competición: se lleva a cabo en un camino descendente con abundantes obstáculos naturales y artificiales. Obviamente, las bicicletas están diseñadas para ayudar a no caerse y, la vez, saltar los obstáculos con el menor sufrimiento posible para las articulaciones del “biker”. Es una prueba a contrarreloj.
Parecido al descenso, sólo que, en este caso, compiten varios ciclistas simultáneamente, en el “Four Cross”. Se lleva a cabo en un circuito en bajada con diversos tipos de obstáculos y gana el primer competidor que atraviesa la línea de meta.
No se vayan todavía…
También en bajada, se disputa el “Eslalon”, sólo que los contendientes han de cubrir un recorrido con banderines y puertas, como en las pruebas de esquí. Y en sentido inverso, subiendo y contra el crono, se compite en el “Ascenso”, mientras que el “Rural Bike” recorre caminos de tierra más o menos llanos.
El hecho de que se trate de un deporte joven y de que los límites no estén bien definidos se presta al nacimiento de nuevas modalidades de todo tipo. Es posible, incluso, que en estos momentos esté naciendo la que en un par de años sea la más popular de todas…