Digo que este deporte tiene riesgos porque es peligroso tanto para aquellos que lo practican sin mucho conocimiento como para aquellos que ven pasar a muchos practicantes sin mucho cerebro y que han estado a punto de atropellarle. Es verdad que entre los fans de este tipo de deportes hay de todo como en botica, pero hay gente a la que le deberían prohibir coger un skate y salir a la calle.
Desafortunadadamente, tanto peatones y usuarios de la calle como los practicantes de este deporte sufren las consecuencias de no tener al alcance de cualquiera y de manera totalmente gratuita, espacios donde unos no sean molestados y los otros tengan todas las seguridades para hacer lo que más les gusta.
Lo peligroso de esta actividad cuando se hace en plena calle y entre demasiada gente, es que pueden llevarse a alguien por delante. Una persona mayor que ya no tiene los reflejos en su mejor momento, puede que reaccione tarde y mal cuando ve que se acerca un skater que no controla por ejemplo la velocidad.
Lugares adaptados y gratuitos
El problema de muchos lugares adaptados para realizar toda clase de piruetas es que son de pago. De esta manera, a los skaters no les queda otro remedio que practicarlo en la calle con todo lo que eso supone. Es vital para los jóvenes que lo practican que lo hagan con precaución y conciencia.
Probablemente, si existiesen lugares públicos y gratuitos, los skaters no tendrían que lamentar caídas y pequeños atropellos. Por eso, es importante que las autoridades que les corresponda pongan a disposición de este sector de la sociedad un espacio donde puedan practicar su deporte favorito.
Cultura callejera, movimientos difíciles
Siempre se relaciona a este tipo de deportes con la cultura callejera, con un estilo de vestimenta, con unas ideas… pero debajo de esa imagen existe un deporte en el que realmente existe algo más que eso. A la gente en general le puede parecer que practicarlo puede resultar fácil, pero la verdad es que se necesita tener un gran equilibrio y rapidez de movimiento.
También es importante tener en cuenta que los que están aprendiendo a rodar sobre su patín, los primeros días estarán probablemente, llenos de moraduras de caídas y tropezones varios. Con un poco de práctica, tiempo y paciencia, su técnica mejorará y será más fácil hacer esas piruetas que al principio parecían imposibles.