Airsoft, tiros a mansalva y diversión asegurada

¿Alguna vez habéis jugado al paint-ball? ¿Os lo habéis pasado bien? Entonces, tenéis que probar el airsoft, otro juego o deporte (actividad lúdico-deportiva, vaya) de equipo con aproximadamente los mismos parámetros pero mucho más realista en cuanto a simulación de estrategia militar se refiere. Aún no es muy conocido en España, por lo que vamos a comentar sus principales características.

Parece ser que el airsoft comenzó en Japón tras la Segunda Guerra Mundial. En resumen, dos equipos (normalmente) se enfrentan por la consecución de un objetivo, donde cabe cualquier escenario, desde la toma de una bandera o defender una posición hasta la liberación de rehenes, pasando por las recreaciones históricas. La creación de estrategias es una de las partes más divertidas.

airsoft

La principal diferencia respecto al paint-ball es el “arma” y la “munición” empleadas. Y uso las comillas porque las réplicas utilizadas no tienen nada que ver con armas reales, aparte de ser copias exactas y existir una variedad casi infinita. Disparan bolitas de plástico biodegradable a una velocidad aproximada de 100 m/s y que alcanzan unos 40 metros.

Reglas simples y mucha camaradería, las claves de su éxito

Las reglas son muy simples, destacando su sistema de honor, la otra gran diferencia respecto al paint-ball; es importante que el jugador reconozca cuando ha sido alcanzado, pues no quedará marcado por pintura ni nada parecido. Eso hace de la honestidad una pieza fundamental, lo que no hace sino mejorar las condiciones de juego.

Es un juego muy seguro, pues aparte de ser obligatorio el uso de protecciones como las gafas homologadas, existen normas para no dispararse a una distancia que pueda resultar peligrosa. Los propios jugadores se toman muy en serio estas medidas, como es lógico, y cualquiera que se las salta durará muy poco en cualquier grupo.

Hoy en día ya existen asociaciones (la mayor de España actualmente es la Unida Charra de Airsoft) y una Federación Española donde podemos encontrar compañeros de afición, campos de juego preparados y toda la información necesaria sobre dónde conseguir el material o registrar nuestra réplica; veremos que además no es un hobby caro, pues hay réplicas (el único material obligatorio) desde 30 euros.

El mayor encanto para los jugadores está en la recreación. Por eso, aparte de elegir y modificar réplicas de todo tipo, se utilizan muchos accesorios, como ropa militar, cascos y cualquier otra equipación, con frecuencia original y que enriquece mucho la ambientación y hace al jugador meterse hasta el fondo en el juego. ¡Fuego a discrección!