… A pleno pulmón

Seguro que muchas veces has hecho pruebas con tus amigos y familiares a ver quién conseguía hacerse un largo a la piscina buceando. Intentando aguantar sin más oxigeno del que te cabe entre pecho y espalda, en tus pulmones. Una práctica que conseguía, día tras día, almacenar y aguantar más bajo el agua, terminando el verano con los pulmones a punto. ¿Verdad?

Pues esto es, más o menos, de lo que vamos a hablar hoy. Os presento así la apnea, también conocida como el buceo a pulmón. Una práctica del submarinismo de lo que podríamos calificar como “a pelo”. Por lo cual tienes que tener unos buenos pulmones, pues son lo único que te ayudaran en eta inmersión acuática. De ahí su riesgo.

Orígenes

Como os podéis imaginar este tipo de práctica comenzó más por necesidad que como hobby. Ya que era la única forma de conseguir, en la antigüedad, pescar muchos tipos de peces. Lo que a medida que fue avanzando el tiempo se convirtió en lo que es hoy en día. El hombre solo contra el medio.

Sin embargo, aunque pueda parecer algo primitivo al alcance de todo, este tipo de prácticas pueden resultar peligrosas  y es muy común accidentes y lesiones. Por esta razón, si es que te interesa este deporte, te sugerimos que prestes atención a las siguientes recomendaciones.

Recomendaciones antes de sumergirnos:

Curso de submarinismo. Sin duda alguna, lo primero para iniciarte a cualquier clase de buceo es hacer un curso de buceo. Para controlar las reglas y nociones básicas.

Jamás bucear solo. Debido a los riegos que conlleva, es mejor siempre practicarlo con un acompañante por si la cosa se complica.

Bucear lo más ligero posible. Pues eso te garantizará subir más rápido a la superficie.

Vigilar las hiperventilaciones. Eso evitara mareos, pinchazo en el pecho, etc.

Equitación adecuada. Neopreno, aletas, gafas, boya para marcar el nivel de inmersión y si lo necesitas, pinzas para la nariz.

Grado de relajación. Es importante siempre mantener la calma, pues no es una situación sencilla y siempre hay algún peligro. Por lo que si no puedes aguantar la presión, es mejor que no lo intentes.

Mucha práctica. Como cualquier tipo de actividad, la apnea necesita de paciencia y mucho entrenamiento físico.

Distintas categorías:

Para empezar, tendremos que diferenciar las diferentes categorías dentro del buceo a pulmón. Dentro de los cuales encontramos 6: apnea estática, apnea dinámica, apnea libre, peso constante, peso variable y no limits.

Las más comunes son la apnea estática (mantener la respiración bajo el agua sin moverse o sumergirse a las profundidades) y la dinámica (incluye sumergirse y desplazarse. Y se diferencia entre distancias horizontales y distancias vertical)

Llegados a este punto, solo nos queda desearte suerte en tu iniciación a este gran mundo del buceo natural.