Y visto el título del artículo lo primero que me dirás es, ¿no querrás decir piloto? Bueno, eso ya serían palabras mayores porque ser piloto es más una profesión que una afición y yo voy a hablar sobre sentirte durante un día como se sienten los pilotos, pero sin llegar a su nivel.
Así pues dejémoslo en “corredor” porque no nos mintamos…lo que queremos al subirnos a uno de esos coches es sin duda correr. Disfrutar de la velocidad y de unas buenas curvas, pero a poder ser con los menos riesgos posibles.
De este modo podremos disfrutar de un deporte que no está al alcance de todo el mundo, pues correr en rallys es complicado debido a la dificultad económica para costearse un buen coche y la dependencia de patrocinadores. Aunque quién sabe, quizás sea el principio de algo más y a partir de la experiencia decidamos tomarnos esto un poco más en serio.
Copiloto en un circuito extremo
Evidentemente si lo que quieres es sentir la máxima velocidad las sensaciones propias de un rally lo más lógico es que tú no conduzcas el coche ya que los riesgos serían demasiado grandes y ninguna empresa te iba a permitir pilotar sus vehículos sin garantías.
Pero lo que si te permiten es ir de copiloto con un profesional que te hará sentir toda la emoción de la competición pero con la seguridad de saberte en las mejores manos. Hay diferentes empresas que te ofrecen esta posibilidad y que incluso te permiten recorrer tramos de rallys reales. El precio dependerá del recorrido que quieras hacer y del vehículo que escojas, pero puede rondar los 150 euros por un tramo de unos 4 Km. aproximadamente.
Y si lo que quieres es conducir…
Entonces lo que debes de hacer es un curso de pilotaje para aprender lo más básico sobre la conducción en rallys. Más o menos por el precio anterior tienes la posibilidad de recibir una breve clase teórica seguida por prácticas en un circuito cerrado y la posibilidad de realizar un pequeño recorrido al finalizar.
Podrás aprender cómo tomar las curvas con la mayor rapidez, las técnicas para frenado en tierra o aprender el deslizado controlado del coche. Además llevarás a la práctica todas esas técnicas para que te vayas con una idea general de lo que supone conducir uno de estos coches en una competición real.
Una forma diferente de pasar un día especial y de cumplir tus fantasías de piloto sin poner en peligro a otros conductores ni tu propia seguridad.