Desde que el hombre es hombre siempre ha querido volar. Un sueño que aun hoy, con la construcción de vehículos a motor, aerostáticos o mediante poleas y cuerdas, soñamos constantemente mientras dormimos.
Un deseo que aunque tenemos todos los medios para cumplir, cada vez necesitábamos más la sensación de volar aún más libres. Algo que se puede experimentar con caídas libres o paracaidismo, por escasos segundos, terminando utilizando siempre un paracaídas. (Y que siga saliendo, que nunca falle…).Pero claro, cuando más tenemos más queremos.
Si eres de los que sueñan aun despiertos con ser un ave y planear en el viento. Aquí te traemos la solución para ver cumplido tu anhelo. Con solo un traje que simula el cuerpo de una ardilla voladora, podrás ver cumplido tu deseo de volar.
Traje aéreo
Es curioso, el ser humano siempre ha cogido como referencia a las aves para volar y resulta que una vez que consiguen inspirarse en la anatomía de un animal y que funcione sea fijándose en la de un roedor. Y es que, como ya hemos dicho, este traje aéreo se inspira en el movimiento y membranas que unen las extremidades de la ardilla voladora para planear al saltar entre rama y rama, a grandes distancias.
Orígenes y tragedia
La primera vez que un hombre invento unas alas para planear fue en los años 30, así que este invento se puede considerar el primer traje aéreo, estando construido con lienzos, seta o metal. Por lo que no eran muy fiables. Lo que desafortunadamente, causaban muchas tragedias. Desde estos años 30 hasta el año 1961 72 de los 75 inventores que probaron su invento murieron en el intento.
Algo que también le ocurrió al creador de este traje, el francés Patrick de Gayardon (“DeG”) quien murió el 13 de abril del 98 mientras probaba una variación de este traje. Aunque su legado sigue vivo por todo el mundo surcando los aires.
Características
Este traje está construido con membranas que se llaman hinche, que van desde los brazos a las piernas sujetadas por el tronco y entre las piernas. Lo que hace que el individuo se consiga desplazar horizontalmente a unos 140/160 km/h. Alcanzando los 20km/h en el descenso vertical.
Aunque sea otra disciplina, en verdad este tipo de deporte extremo está dentro de paracaidismo. Aunque no solo se puede practicar saltando desde un avión o avioneta, sino que también podemos hacerlo en cualquier punto alto, como el salto base. La relación entre ambos deportes es que este también termina con un pequeño paracaídas.
La verdad es que viendo están imágenes parece tan sencillo que hasta asusta.