La navegación en trainera es un deporte típico de la costa cantábrica española. En sus orígenes, las traineras eran embarcaciones en las que se pescaba y con las que se remolcaban los barcos grandes hasta los puertos.
Actualmente las embarcaciones son mucho más ligeras, hechas para correr y competir. Prácticamente cada pueblo tiene su propio equipo de trainera y hay multitud de competiciones veraniegas ya que es un deporte muy seguido.
El equipo lo forman 13 remeros y un patrón que debe llevar el timón y acompasar el ritmo de las paladas de la tripulación. Las regatas de traineras se practican tanto en mar abierto, con un recorrido lineal, como por las aguas de las bahías, en donde se realiza recorrido de ida y vuelta.
A las competiciones se les llama «banderas» y la más importantes es la que se realiza en La Concha en San Sebastián. Todos los clubs de traineras aspiran a llevarse esta bandera, pues sólo las mejores ocho embarcaciones compiten en ella.
Al principio, en el siglo XIX eran los propios pescadores los que competían con sus embarcaciones, pero a medida que las traineras fueron abandonando la pesca y dedicándolas sólo a la competición se profesionalizó el trabajo del remero.
Banco fijo contra banco móvil
Son embarcaciones muy pesadas, de banco fijo, por lo que no cuentan con la fuerza adicional del empuje de las piernas que se da en las regatas de banco móvil, como las de Oxford y Cambridge.
Por ello es necesaria la participación de dos bancadas de remeros que trabajen al unísono y con total precisión. Por contra, tal cantidad de remeros y esfuerzo hacen que este deporte pierda la gracilidad que caracteriza a las embarcaciones de bancos móviles y afiladas líneas.
Esfuerzo y colaboración unidos
Todos los componentes del equipo deben participar y aportar su grano de arena si quieren que la embarcación surque las aguas.
Cursos para grupos diversos
Por eso es típico de la zona que se organicen actividades empresariales o de grupos concertando cursos de traineras con los clubs deportivos.
Unas de las actividades más gratificantes que hay son los cursos para los colegios y para las asociaciones de Síndrome de Down. En estos dos colectivos es muy importante favorecer el trabajo en equipo, ya se que fomenta el positivismo y la confianza en uno mismo.