El parapente es un deporte que acerca al hombre con el pájaro. Sentir que se vuela llevado por las corrientes es para quienes lo practican una inyección de adrenalina y de libertad que ninguna otra experiencia puede igualar.
Tengo compañeros que salen a volar normalmente y la cara que traen al día siguiente es para hacer una foto, porque entran a la oficina a primera hora de la mañana con una sonrisa que les dura desde el día anterior y no se le borra hasta bien entrada la semana, cuándo la cambian por la cara de expectación por como estará el viento ese fin de semana.
Pero no todo el mundo se conforma con ser arrastrados por la corriente, hay quién desea tomar las riendas y poder dirigirse allá dónde deseen, sin depender de hacia dónde sopla el aire.
Un motor para controlar el viento
De la necesidad de tomar el control de la nave nace el paramotor, que no es otra cosa que el vuelo en parapente pero con un motor incorporado. Cómo suele suceder en estos casos, todo surge de la improvisación y los pioneros en este deporte surcaron los cielos con motores agrícolas acoplados con más ingenio que medios a sus velas.
Pero poco a poco todo ha ido mejorando y ya pocos motores pequeños, que tan solo pueden transportar a personas muy menudas, podemos ver cuándo nos acercamos a los puntos de los cuales se parte. Ahora cada vez son más los de cuatro tiempos, con fuerza, capaces de levantar por los cielos a dos personas de complexión normal y hacer que puedan compartir una experiencia inolvidable.
Y lo cierto es que se está evolucionando a pasos de gigante, ya que el paramotor cuenta cada vez con más incondicionales que se sienten más seguros al poder tener más dominio del aparato. En breve se populizarán los primeros motores eléctricos, más en consonancia con un deporte que se practica en entornos naturales que es una auténtica lástima contaminar con humos innecesarios.
No es necesaria licencia
En España no necesitas licencia para pilotar uno de estos aparatos, ya que no tienen consideración de aeronaves. Pero cuidado, si viajas a Francia allí si se consideran ultraligeros y tienes que tener el correspondiente permiso para manejarlo.
Aunque existen federaciones a nivel regional y nacional, sus títulos no tienen ninguna validez y son totalmente innecesarios para practicar paramotor. Aunque tampoco se exige un seguro de responsabilidad civil, no está de más tener uno, ya que aunque los gastos médicos están cubiertos porla Seguridad Social, si se causan daños en objetos o a otras personas seremos los responsables de los mismos.