El invierno es uno de las estaciones del año más queridas para los amantes de esquí alpino. Muchos esperan la llegada de la nieve como agua de mayo. Estos días de Navidad y los siguientes fines de semana las estaciones recibirán miles de deportistas que desean deslizarse encima de la nieve de diferentes maneras, pero siempre de la manera más segura posible.
Es verdad que algunos no consideran que el esquí, en cualquiera de sus modalidades, sea un deporte de riesgo pero al menos, deberían considerarlo como una aventura con ciertos peligros. Esos mismos me contestarán que en el fútbol también existen peligros, que te puedes romper una pierna, que puede sufrir una conmoción después de un mal golpe….pero si nos paramos a mirar los riesgos objetivamente, quizás reconsideren esas ideas.
Lo importante es que seamos conscientes de que podemos tener algún percance y tomemos medidas al respecto. Utilizando bien la cabeza y sentido común, podremos disfrutar de una jornada de esquí perfecta. Es verdad que hay factores que nosotros no podemos controlar porque no están en nuestras manos, como por ejemplo los cambios bruscos de tiempo, pero si podemos intentar recopilar la mayor información al respecto.
Aprender a esquiar
Recuerdo como la primera vez que fui a esquiar fue realmente traumático. Traumático, porque sentía que no era capaz de estar de pie más de 2 minutos. Cuando comienzas una nueva aventura, al principio siempre cuesta adaptarte y aprender y muchas veces, esa primera experiencia desagradable hace que no se quiera repetir esa experiencia de nuevo.
Eso es al menos lo que me ocurrió a mi. Pero afortunadamente, soy algo terca y cabezona, y esa actitud a veces me ayuda a conseguir muchas cosas. En esta ocasión, me ayudó a volver a levantarme una y otra vez del suelo hasta que conseguí bajar una cuesta y frenar a tiempo sin llevarme a nadie por delante.
Diferentes niveles de dificultad
Al principio, hasta que le vayas cogiendo el truco, es aconsejable que te muevas por pistas fáciles que están perfectamente señalizadas. En algunas estaciones de esquí, las clasifican por colores. La verde sería la pista fácil, luego iría la roja, la azul, la negra… cada color indica una dificultad.
SI ya eres un experto en el mundo del esquí y te encanta practicar este deporte, solamente tengo que decirte que aproveches a tope esta temporada, que tomes tus precauciones y sobre todo, que disfrutes muchísimo.