Cuando no se puede parar de correr

Un día, un hombre normal y corriente salió a correr. No era algo raro en él, lo hacía con frecuencia. No le gustaban las pistas, así que hacía monte a través y cross de montaña. Por lo que sea, ese día empezó a correr y, sintiéndose cómodo, decidió seguir un poco más. Y siguió corriendo, y corriendo, hasta que, cuando se dio cuenta, llevaba una semana, 250 kilómetros,  y había llegado al desierto.

Así se inventó, creo yo, esa disciplina que ha dado en llamarse ultramaratón, derivación extrema del cross. Si hay que definirla, es un evento deportivo para recorrer una distancia superior a los 42 kilómetros del maratón. Pero cada ultramaratón es un mundo, de 50 kilómetros a 3100 millas, de distancia fija y de tiempo fijo (el que más corra en una semana, por ejemplo), y pueden darse en pista o el abierto.

marathon

De hecho, los más famosos son, evidentemente, los más duros, y de ellos vamos a hablar. Seguramente el primero en alcanzar fama mundial fue el Maratón de las Arenas, que se corre en el sur de Marruecos desde 1986. 251 kilómetros en seis días (o sea, un maratón al día) por un terreno muy duro bajo un sol de justicia. Y con el equipaje.

También se las conoce como ultratrail o ultrafondo

Digno rival es el Badwater: en julio, los corredores realizan 217 kilómetros desde el punto más bajo al más alto del Estados Unidos continental (de -85 a 4421) a través del Death Valley, alcanzando fácil los 49 grados. Y eso que lo han “facilitado” en los últimos años. Hay varios otros ultramaratones desérticos, cada uno con sus peculiaridades.

También en un desierto, pero de otro tipo, se celebra el NorthPole Marathon. Sólo 42 kilómetros, pero en el polo norte magnético de la Tierra, con una media de 30 bajo cero. Como ejemplos de ultramaratones de montaña tenemos el del Mont Blanc (166 kilómetros con un desnivel acumulado de 9500 metros) y las Cien Millas del Himalaya, extremo en todos los sentidos.

Pero seguramente el más bonito sea The Coastal Challenge, celebrado en Costa Rica. Son 225 kilómetros en seis etapas, pero la organización proporciona a los corredores todo lo que necesitan. Su gran atractivo radica en los increíbles paisajes, totalmente diferentes pero todos impresionantes, que los participantes atraviesan: selvas, acantilados, ríos o playas son algunos de los escenarios en los que se desarrolla esta carrera.