Tirolinas
Si de hablar de deportes de aventura se trata, no se puede dejar afuera a las Tirolinas. Sobre todo, porque se han puesto mucho de moda, a partir de que muchos lugares turísticos las han implementado dandoles a conocer a quienes no tenían demasiada experiencia en los deportes de aventura.
Este tipo de actividades comenzaron siendo antiguamente medios de trasporte, para pasar de un lugar a otro en las alturas y posteriormente técnicas de rescate.
Actualmente ya se han implementado como diversión en cerros, montañas y altos visitados por turistas.
Esta actividad puede resumirse, como ; una polea, o soga suspendida entre dos puntos de una altura considerable, pero con un determinado declive, para realizar una especie de descenso enganchado en la polea principal.
La cuerda principal que se suele utilizar es de acero, y cuanto más gruesa sea esta, más seguridad presenta la tirolina.
Equipo
En este tipo de deportes, quien lo realiza, tiene un equipo de seguridad, que cuenta con un arnés, un casco y una cuerda de seguridad.
El arnés contará con una serie de mosquetones que son los que se engancharán finalmente a la cuerda principal para que la persona que descienda, lo haga practicamente sentada, y mirando hacia adelante, es decir hacia su lugar de descenso.
Los guantes no son extremadamente necesarios, porque se supone que no debes tener contacto con otras las cuerdas más que la del arnés, pero en caso de que no se trate de un lugar supervisado, o exclusivamente turístico se recomienda que se utilicen.
Para iniciarse
Generalmente, para quienes lo realizan en un lugar establecido y con profesionales que supervisan el recorrido, no es necesario que aprendan y sepan las características de los nudos de las cuerdas ni las formas de tensión de estas. Mientras que este tipo de capacitaciones, sí se toman para quienes lo realicen de manera independiente en una montaña o en un bosque.
Si nunca has realizado este tipo de deportes, y te gusta la aventura, es una de las más recomendables. Si bien la persona se encuentra a una altura considerable, descendiendo por una soga, es la que menos preparación necesita, por lo menos para el debut. Es una de las maneras más sencillas, y más “tranquilas” de poder embarcarse en el mundo de los deportes de aventuras.
Si bien la disciplina se puede hacer también en ascendente, es recomendable que se comience con la descendente, porque necesita menos preparación y menos técnica. En el caso del ascenso se tiene que ir con el cuerpo de manera horizontal, no sentados, y con la cabeza hacia adelante, lo que lo hace un poco más intenso. De todas maneras, no se descarta que comiences por la más sencilla, y que al poco tiempo ya te encuentres haciendo los recorridos más complejos sin ningún problema.